Segunda ceguera, árboles. Los eucaliptos ondean de un lado para otro, el viento de verano hace de las suyas.
Tercera ceguera, fábricas. Los empledos terminan sus labores y emprenden el regreso a casa.
El Cayambe. Inmóvil.... un afortunada tarde veraniega logré divisar al nevado desde el balcón de mi casa... siempre estuvo ahi, pero mi ceguera me impedía verlo.
2 comentarios:
Me encanta esta foto; me hace recordar momentos lindos en mí Ecuador.
Profe, además de fotógrafo, poeta?
Ta bueno, no?
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