sobre ti que caminas
y de pronto en un ruedo
de viento, pluma, garras,
te asalto y te levanto
en un ciclón silbante
de huracanado frío.
Y a mi torre de nieve,
a mi guarida negra
te llevo y sola vives,
y te llenas de plumas
y vuelas sobre el mundo,
inmóvil, en la
Hembra cóndor, saltemos
sobre esta presa roja,
desgarremos la vida
que pasa palpitando
y levantemos juntos
nuestro vuelo salvaje.
A este cóndor lo encontramos sobrevolando el volcán Puntas con su pareja, que al vernos huyó. Mi amigo Pablo guarda un envidiado recuerdo de este viaje, una pluma de cóndor
2 comentarios:
Que imponentes que son estos avechuchos... bonita foto.
Casi no recordaba esa foto! Hermosa!
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