lunes, 24 de mayo de 2010

Chimborazo


Y arrebatado por la violencia de un espíritu desconocido para mí, que me parecía divino, dejé atrás las huellas de Humboldt, empañando los cristales eternos que circuyen el Chimborazo. Llego como impulsado por el genio que me animaba, y desfallezco al tocar con mi cabeza la copa del firmamento: tenía a mis pies los umbrales del abismo.

(fragmento de "Mi delirio sobre el Chimborazo" de Simon Bolivar)

1 comentario:

Sofia dijo...

pareciese que el Chimborazo es frío, duro, recio.. Todo un señor de las montañas... pero con esta foto se dibuja el fulgor, la intensidad que dejó hace siglos.. es como si resurgiese..